Las piezas
Cada jugador dispone de 16 piezas de seis tipos distintos (llamadas todas ellas de manera genérica: trebejos), de las cuales cada jugador tiene: ocho peones, dos torres (también llamadas antiguamente roques —de roches: ‘torres de roca’—, de donde deriva el vocablo «enroque»), dos caballos, dos alfiles, una dama (también llamada «reina») y un rey.
Resulta interesante el origen de los trebejos, y lo que simbolizan (ver Simbolismo de los trebejos).
Para diferenciar un bando de otro, las piezas de un jugador son de color claro y se las llama «las blancas» y las del otro son de color oscuro, y se llaman «las negras».
La palabra pieza, puede adoptar tres significados, dependiendo del contexto:
- Puede hacer referencia a cualquiera del conjunto de piezas físicas (en esta acepción, el término trebejo, le es sinónimo).
- Puede hacer referencia sólo a la dama, torre, alfil, caballo, y tal vez también al rey.
- Puede referirse solo a una pieza menor (alfil o caballo).[3] [4]
Cuando se empieza a jugar, en partidas amistosas, se sortea el color de las piezas que tendrá cada jugador, ya que las blancas empiezan a jugar y, por tanto, llevan la iniciativa del juego y tienen una ligera ventaja. Si los mismos jugadores hacen más partidas, van alternando el color con el que juega cada uno. En partidas jugadas en un torneo el color a usar por cada persona es decidido por los árbitros, siguiendo normas estrictas que implican alternancia de colores en rondas sucesivas.
Los trebejos pueden ser de muy diversas formas y tamaños, pero se tiende a utilizar un modelo estándar llamado Staunton, que diseñó y patentó el campeón inglés del siglo XIX Howard Staunton. El modelo Staunton (que se ven en la figura adyacente), es el aconsejado para su uso en torneos.
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